El 26 de junio de 1877, tuvo lugar una de las erupciones más fuertes del Cotopaxi, la furia del coloso fue tan grande que hasta hoy uno de los restos del material volcánico expulsado aquel día, reposa en el Barrio San Ramón de la Parroquia Mulaló. Se trata de una roca gigante de 6 metros de alto y 20 metros de ancho, donde sobre una de sus caras se encuentra la pintura de la Virgen de la Merced.
El origen del nombre de esta piedra gira en torno a una leyenda, que dice que desde el corazón de la piedra se podía escuchar todo tipo de sonidos, por lo cual se la denominó “Chilintosa” ya que esto alude a que hace ruido. Se dice también que como los ruidos no cesaban, los lugareños decidieron realizar misas y que al plasmar la imagen de la Virgen de la Merced no se volvieron a escuchar tales ruidos.

A ciencia cierta, no se conoce con exactitud los hechos que dieron origen a su nombre, pues si bien es cierto, en varias ocasiones las historias y leyendas que se cuentan en torno a diversos lugares o hechos, son una manifestación para mantener viva la cultura y las tradiciones. Y si de tradiciones hablamos, la historia de esta piedra dio origen a una peregrinación realizada cada año en el mes de septiembre por lo devotos de la Virgen de la Merced como una muestra de fe hacia la protectora del volcán.
Sin embargo, de lo que no hay duda es que este sitio se ha convertido en uno de los lugares más icónicos de la provincia que invita a turistas nacionales y extranjeros visitarlo, y vivir una experiencia magnifica al contemplar las dimensiones de la roca y disfrutar de un singular paisaje natural que mezcla el terreno pedregoso y la vegetación propia del lugar.
PIEDRA CHILINTOSA



Cuenta la historia que hace mas de 100 años, el majestuoso Cotopaxi erupcionó con tal fuerza que los habitantes de Mulaló salieron atemorizados de sus casas, pues desde aquel lugar se podía observar cómo bajaba una gigantesca ola de lahares. Pero esto no fue todo, pues se dice que varios días después de esta gran erupción, los pobladores se encontraron con una roca gigante, junto a la cual reposaban un caballo, un perro y un gato negro al mismo tiempo que una anciana transitaba por el lugar y tomo al caballo y al perro, porque el gato huyó y desapareció, estos hechos fueron tan curiosos que los lugareños creían que se trataba de un castigo por los pecados cometidos. Sin embargo, ahí no termina la historia, se puede decir que la impresión aumentó aún más cuando se empezó a escuchar ruidos extraños que provenían del corazón de la piedra.
Llantos, melodías que expresaban sentimientos y comentarios como si alguien estuviera conversando en el interior de la roca, dieron origen al nombre de “Chilintosa” que quiere decir “que hace ruido”.
Pasó el tiempo y los ruidos no cesaban, entonces los pobladores realizaron varias misas y se plasmó sobre la piedra la imagen de la Virgen de la Merced y desde entonces los ruidos emitidos dejaron de escucharse, razón por la cual esta gran roca de 6 metros de alto por 20 metros de ancho, se ha convertido en un sitio sagrado de la Virgen la Merced, protectora de los latacungueños.
Hoy, este magnífico lugar ubicado en el barrio San Ramón de la Parroquia Mulaló, se ha convertido en un sitio turístico visitado por turistas nacionales y extranjeros, pero en su mayoría por los creyentes, quienes aseguran haber recibido favores por parte de la Virgen, incluso cada año en el mes de septiembre los fieles devotos realizan una caminata con la imagen de la Virgen de la Merced hacia la piedra, dando así inicio a todas las festividades de la ciudad de Latacunga.
UN LUGAR SAGRADO DE LA PROTECTORA DEL VOLCÁN

La duración de la trayectoria hasta este lugar, varía de acuerdo al medio de transporte que se utilice, durante el trayecto se puede observar una mezcla de paisajes ya que el terreno se vuelve pedregoso y se empieza a ver rocas por doquier, desde la más pequeña hasta la más grande, y por supuesto, la que se lleva gran admiración es la “Chilintosa” que vista desde lejos pareciera no ser tan grande, pero al llegar a su ubicación exacta se descubre su inmensidad, a la vez que se contempla la imagen de la Virgen de la Merced pintada en una de sus caras.
Una vez ahí, se puede disfrutar la pureza del aire, escuchar el trino de las aves, sentir la delicadeza del viento, caminar por sus alrededores y deleitar la mirada con un paisaje natural que devuelve la paz y tranquilidad al alma. Y si el visitante es amante de la aventura, este sitio le ofrece la posibilidad de escalar hasta la cima de la piedra.

Sin duda alguna, la provincia de Cotopaxi guarda rincones de impresionante hermosura, y la Piedra Chilintosa es un pedacito de la belleza del Taita Cotopaxi para el país y el mundo, una muestra de su furia y de la fe de sus habitantes.



"LA PIEDRA SILINTOSA"

El 26 de junio de 1877 el volcán Cotopaxi erupcionó con una fuerza descomunal, que provocó temor en los habitantes de Mulaló, quienes al ver la furia del coloso huyeron de sus casas, pero unos días después encontraron un estrato del material volcánico expulsado durante la erupción, se trataba de una gigantesca piedra de 6 metros de alto y 20 metros de ancho.
Al principio los lugareños pensaron que se trataba de un castigo divino, por lo que buscaban mantenerse alejados de la roca, hasta que un cierto día según una leyenda se dice que una mujer de edad avanzaba pasaba cerca a la piedra, junto a la cual se encontraban un caballo, un perro y un gato negro; la mujer recogió al caballo y al perro, pero el gato huyó del lugar y nunca más se supo de él.
Otra de las historias que se cuentan en torno a esta piedra, se trata del origen de su nombre ya que, según los pobladores del corazón de la piedra provenían ruidos extraños como melodías, lamentos y conversaciones, por lo cual la llamaron “Chilintosa”, que quiere decir “que hace ruido”. Y como los sonidos no paraban, se realizaron varias misas y se plasmó la imagen de la Virgen de la Merced en una de sus caras, y desde entonces no se volvió a escuchar ningún ruido.
Actualmente, este icónico lugar ubicado en el barrio San Ramón de la Parroquia Mulaló, se ha convertido en uno de los sitios turísticos de la provincia, visitado turistas nacionales y extranjeros, pero sobre todo por un sinnúmero de creyentes que aseguran haber recibido milagros de la Virgen, y la devoción es tal, que cada año en el mes de septiembre los devotos realizan una caminata de 32km desde el centro de Latacunga hacia la piedra, con la imagen de la Virgen de la Merced.
Claramente, este lugar se ha convertido en un sitio sagrado donde cientos de creyentes acuden a elevar sus oraciones a la protectora del volcán y disfrutan de un paraje natural que deleita el alma.